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Silencio, ¿dónde estás?

No lo soporto. Cállate. Cállate. Cállate.  ¿Por qué no me dejas en paz?, ¿qué quieres de mí? Tan sólo quiero dormir, pero no me dejas. Tu voz no me lo permite. Tu presencia. Tu irritable e incansable presencia. ¿En qué momento comenzaste a ser tan insoportable? ¿Por qué? ¿Por qué? Lo he probado todo, he cerrado puertas y ventanas pero sigues colándote por donde puedes e insistes en incordiarme. ¿No ves que estoy cansado? ¡Pero mira estas ojeras y estas canas, llevo meses suplicándote silencio! ¡Silencio! ¿Vas a quedarte ahí, aquí y allí hasta que reviente? ¡Mírame, ya no aguanto más! Eres tú. Eres tú el culpable de esta angustia. Ni siquiera puedo mirarte, quiero echarte de aquí, pero nunca sé dónde te escondes. Tan sólo te oigo, no te veo, ni te siento, pero te cuelas en mis oídos y bailas con mis tímpanos hasta que suplican que pares. Nunca paras. Nunca paras. He tapiado toda la casa, he tirado cada maldita cosa que pudiese atraerte, he arrancado las manecillas del reloj y has

DESNUDEZ

Romper es lo único que debe hacerte. Recorrerte desde los pies hasta las lágrimas y llevarte hasta el éxtasis con sus vibraciones. Poner de punta hasta al caparazón más duro que tengas. Tocar a tu puerta y acabar haciéndola polvo, revolverte el aire y hacerte nacer mariposas que arden. Te acabará desintegrado la piel, dejándote más desnudo que nunca. Te sacude y te empuja , te abre los ojos y la verdad. " Conócete ", te dirá y te obligará. Te cambia, te despierta, te salva. Te dará todo lo que necesitas y lo encerrará en ti. Mira que bello es aquello que duele, que llora, o que ríe, lo que resuena en tus oidos, lo que susurran sus palabras, lo que te canta al corazón y te despierta las entrañas. Te da de bruces contra ti mismo y te hace verte en el espejo empapado de lo que llevas dentro. Calma, enerva, irrita, entristece o reconforta, lo que te eriza, lo que te muestran; las simples notas de una cruda melodía.

A mi pequeño cielo estrellado 🌌

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Estar contigo es como un juego divertido, frágil, bonito, dulce y real , donde tomar caminos nuevos por los que nunca te habías imaginado que pasarías te enriquece y te alarga la aventura irreal que resultó ser lo más real que existe. Y es irónico porque la realidad parece no serlo si no estás. Si no estamos y somos. Se torna gris y espesa, quema y duele. Te silencia y te oprime el corazón mientras te llueve por las mejillas. Al menos eso siento cuando sueño que nuestra realidad se esfuma, y mientras salto y grito para que vuelva se dispersa y se hace añicos. Paso de brillar y vivir a oscurecerme y dormir, sin ti. Y no quiero. No. Te extraño como si no fueses a volver nunca cada vez que te pierdo soñando. Y pienso en qué será de ti, sin mí; y en mí, sin ti. Me siento porcelana rota sin tu voz, que resuena en los recuerdos que me inundan los ojos al despertar. Es ahí cuando averiguo que no quiero eso. No. Jamás . Porque te necesito, no para aprender, crecer o reír, que sin duda sí; s

VERANO.

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Siendo niña me imaginaba cómo sería el caminar sobre las nubes. Me invadía la curiosidad por saber si, al tocar el arcoíris, me empaparía de color las manos y la vida. Creía que las estrellas eran pequeños agujeros que tenía el cielo, y que la luna realmente escuchaba mis canciones. Quizás me decepcionó el descubrir que las nubes no son sólidas, que el arcoíris era un simple reflejo. Que los agujeros que veía cada noche no existían como tal y que la luna estaba demasiado lejos como para oirme. Quizás fuese doloroso sentir la ausencia de mi infancia, ver los colores que realmente tiene el mundo. Ver como lentamente desaparecía la magia a mi alrededor. Pero, aquel verano con olor a otoño, me permitió sentir, reír y crecer sobre sus mullidas nubes. Me desveló los cientos de colores que el arcoíris no tenía. Me regaló cada una de las estrellas de nuestro cielo e hizo de luna, escuchando y amando mis canciones, que siempre han tratado y tratan de ti, mi verano .

ROMA

Amor; Amor sepultado, inmóvil y frío Pese a rozar el cielo de tus Dioses, a vibrar con cada sufrido grito en tu inerte aire, y a arder en mi corazón. Amor, en tu cuerpo hecho trizas, esparcido por doquier; Bellos trozos, cargados de recuerdos. Tanto, que si los acaricias, podrías sentir el fruir de la sangre y el sufrir de sus dueños, eternamente durmientes e inmortales. Amor, mi nuevo aunque antiguo amor; Veo fuerza en tu recuerdo, belleza y arte en todo tu ser, sentimiento en los pasos, aún resonantes, de las almas errantes. Veo luz en tu oscura realidad, grandeza y furia en cada una de tus sobrevivientes partes, alzadas y valientes, se niegan a caer. Oigo el agua de tu río, no calla, llora y se desahoga; se reflejan en él aún las gaviotas de ése tiempo, volarán eternamente. Veo inquieta y ardiente vida en tu muerte. Amor; Veo amor en ti. En tus calles, En tu cielo, En toda tú, mi amada Roma.

GOLDEN

Cuentan que no hay sonrisa de oro más que una, y que ésta fue dividida en pocas, muy pocas partes, entre las bocas más afortunadas del mundo. Cuentan que quien posee una sonrisa de oro es alguien que atrapa con la risa y enamora muy de prisa, que el oro de su boca aguarda también en su mirada y en la esencia del propio ser, volviéndolo dorado y brillante, valioso y especial. Cuentan que, si deseas algo muy cerca de una sonrisa dorada, sin duda es un sueño cumplido, yo pedí que nunca te me fueras y así ha sido. Cuentan, y cuentan, pero te cuento yo, mi oro, mi fortuna; yo te cuento las leyendas urbanas que hagan falta, para explicarte sin complejo tu gran valor, tu preciosa risa, que desborda su oro sobre la mía y se vuelven una al son de un sólo amor.

RECUERDOS

Vuelan cual suspiro y se esconden en sonrisas y miradas perdidas; se dejan arrastrar por la fuerza de las lágrimas inexpertas o cansadas. Cada parpadeo los conoce y los despide, y los latidos saben guardarlos como imágenes dañadas por la edad, pero conservando la esencia que les hace únicos, en el baúl vivo y rojo, el de la cerradura y el candado único, el que siempre cuidará de ellos. Recuerdos.